Valdvielso en 1892, 1899 y 1900 (Irene Garmilla 24/11/ 2015)




El año de 1892 fue tormentoso en Valdivielso. Primero llegaron las tormentas en mayo, y luego, el agua y el pedrisco en agosto, con lo cual los pobres labradores no cosecharían aquel año ni lo imprescindible para comer. La prensa de Madrid se hizo eco de aquel desastre, pero nadie hablaba de ayudas o indemnizaciones. ¿Cómo se las apañarían nuestros bisabuelos o tatarabuelos? Está claro que sobrevivieron, porque, si no, nosotros no estaríamos aquí.


Desde luego, nada comparable a lo que sucedería en junio de 1899.¡¡Una chispa eléctrica que mata 223 cabezas de ganado lanar!! [Uf, todo el valle olería a cordero churruscado!!!] Menos mal que Jacinto López, el pastor, se salvó “milagrosamente”. El suceso fue noticia en varios periódicos de Madrid y Burgos.

Y en febrero de 1900 hubo inundaciones, y en otros años inclemencias meteorológicas diversas, pero Valdivielso siempre salía adelante. Es más, en junio de 1894, dejando a un lado las tormentas políticas, que debieron de ser colosales, Valdivielso se salvó de la helada que afectó a casi toda la provincia. El valle estaba hecho un jardín y se esperaba buena cosecha. Aseguraban, además, que allí todo era bonito y barato. Pero “bueno”, lo que se dice “bueno”… solo “casi todo”. Eran noticias que no cabían de otra manera, por lo que dejaban al lector contento, pero “in albis”. Así ha sido siempre nuestro querido Valdivielso, un puro misterio.

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